Problemática de la adolescencia

Como ya veníamos hablando en el anterior post, el paciente adolescente presenta características y necesidades distintivas debido a los problemas más frecuentes como caries, traumatismos, malos hábitos, etc.

Hoy vamos a explicar en profundidad todos estos problemas:

caries en la adolescencia

  • La Caries

El esmalte dental permanente inmaduro, un aumento total en las superficies dentales susceptibles y factores ambientales como la dieta, la independencia para buscar atención o evitarla, una baja prioridad para la higiene bucal y factores sociales adicionales, también pueden contribuir a la pendiente ascendente de la caries durante la adolescencia. Se ha demostrado que la caries dental no tratada y los dientes ausentes tienen un impacto negativo en la calidad de vida relacionada con la salud oral.

Es importante que el dentista enfatice los efectos positivos que la fluoración, el tratamiento tópico profesional con fluoruro, la atención profesional de rutina, la educación del paciente y la higiene personal, pueden tener para contrarrestar el patrón cambiante de caries en la población adolescente.

A estas edades, la gran mayoría de las lesiones de caries se localizan en la superficie oclusal de los molares. La distribución de la caries no es uniforme, de tal manera que en torno al 17% de adolescentes acumula más del 80% del total de lesiones de caries en este grupo poblacional.

  • La Enfermedad Periodontal

Los datos epidemiológicos e inmunológicos sugieren que el daño tisular irreversible de la enfermedad periodontal comienza al final de la adolescencia y al principio de la edad adulta. La enfermedad gingival se vuelve prevalente en la adolescencia. La caries dental, la respiración bucal, el apiñamiento y la erupción de los dientes predisponen a los adolescentes a la gingivitis. Se sospecha que los cambios hormonales durante la adolescencia son una causa del aumento de la prevalencia, y los estudios sugieren que el disparo de las hormonas sexuales durante la pubertad afecta a la composición del microbiota subgingival, modificando la respuesta inflamatoria y provocando una inflamación gingival exagerada, incluso en presencia de poca cantidad de placa.

El diagnóstico precoz de la enfermedad periodontal en los adolescentes es importante, especialmente, cuando existen factores de riesgo sistémicos (por ejemplo, diabetes no controlada, leucemia, tabaquismo o desnutrición). Entre los adolescentes en España, la prevalencia de gingivitis es del 30% y la del sarro entre el 29-34%, sin que se encuentren diferencias significativas en función del nivel socioeconómico. En la adolescencia temprana en España, un 32% de los jóvenes no se cepilla, al menos, 2 veces al día, cifra que desciende al 28% en la adolescencia intermedia.

  • Las Maloclusiones

Aunque la base genética de una parte importante de las maloclusiones la hace inevitable, existen numerosos métodos para tratar las desarmonías oclusales, la disfunción de la articulación temporomandibular y la enfermedad periodontal que pueden ir asociadas a la maloclusión.

La malposición del tercer molar y los trastornos temporomandibulares requieren especial atención para evitar problemas a largo plazo. Los dientes ausentes congénitamente representan un problema complejo para el adolescente y, a menudo, requieren de la combinación de tratamiento de ortodoncia, restauración y prostodoncia para una resolución satisfactoria.

Cualquier problema de relación diente/maxilar que presente una disfunción estética, funcional, fisiológica o emocional significativa es una dificultad potencial para el adolescente. Esto incluye malposiciones de dientes aislados o múltiples, tamaño del diente, discrepancias o malformaciones craneofaciales.

En España, los datos revelan que uno de cada cuatro adolescentes presenta una maloclusión moderada o severa susceptible de ser corregida. En la adolescencia temprana, el 38% de los que lo necesitan, ha recibido su tratamiento ortodóncico, elevándose al 48% en la adolescencia intermedia.

  • Los Traumatismos

Los estudios epidemiológicos muestran que hasta el 25% de los adolescentes experimenta traumatismos dentales. En la mayoría de los casos, estas lesiones afectan a los incisivos centrales superiores por caídas, colisiones, deportes, accidentes, violencia o actividades recreativas.

Todas las actividades deportivas tienen un riesgo asociado de lesiones orofaciales debido a caídas, colisiones y contacto con superficies duras. Las lesiones dentales y faciales se pueden reducir significativamente al introducir un equipo de protección, como los protectores faciales y bucales, durante la realización del deporte en centros educativos.

Las secuelas a largo plazo de las lesiones traumáticas pueden afectar el bienestar, el habla, la necesidad de cuidados complejos y la calidad de vida relacionada con la salud oral. Se estima que unos 6,5 millones de españoles han sufrido algún tipo de traumatismo, lo que situaría la prevalencia global en el 14%.

  • Preocupación Estética

El deseo de mejorar la estética de la dentición mediante el blanqueamiento dental y la eliminación de tinciones dentarias o pequeños defectos puede ser, en ocasiones, el principal motivo de consulta del adolescente.

Las indicaciones para el apropiado uso de métodos y productos de blanqueamiento dental dependen del diagnóstico correcto y la consideración del patrón de erupción de la dentición permanente. El dentista debe determinar el modo apropiado de tratamiento.

En el paciente adolescente, el uso de blanqueadores debe considerarse como parte de un plan de tratamiento integral y secuenciado que tenga en cuenta la etapa de desarrollo dental del paciente, su grado de higiene bucal y el estado de caries. El profesional debe monitorear el proceso de blanqueamiento, asegurando el método de tratamiento menos invasivo y más efectivo.

tabaco y alcohol en la adolescencia

  • Tabaco, alcohol y otras drogas

El consumo de tabaco se inicia y se establece, principalmente, durante la adolescencia. Existe un mayor riesgo de cáncer oral por mascar tabaco y un mayor riesgo de padecer enfermedades sistémicas (pulmonares, cardiovasculares, derrames cerebrales, etc.) y conductas de riesgo con el consumo del tabaco, alcohol y otras drogas recreativas.

Las consecuencias orales y sistémicas de todas las formas actuales de consumo de tabaco deben formar parte de la educación de la salud bucal de cada paciente.

El dentista debe proporcionar o derivar al paciente para que reciba el asesoramiento adecuado. Las preguntas sobre el consumo de tabaco, alcohol y drogas deben formar parte de la historia dental del adolescente.

Los datos de la última encuesta ESPAD 2019, llevada a cabo por el Ministerio de Sanidad, entre adolescentes de 14 a 18 años muestran que el 21% es fumador ocasional y el 9% fuma a diario. En cuanto al consumo de alcohol, el 17% de los jóvenes confiesa haberse emborrachado, al menos, una vez en el último mes. El 23% ha consumido cannabis alguna vez en su vida y el 12% en los últimos 30 días. Un 5,6% reconoce tener un consumo problemático de esta droga.

  • Piercings orales

La perforación intraoral y perioral puede tener complicaciones locales y efectos adversos sistémicos. Los riesgos incluyen, entre otros, dolor, sangrado, hinchazón, hematoma, cicatrización tardía, daño neurológico periférico, abscesos, infecciones de transmisión hemática (hepatitis B o C, virus de inmunodeficiencia humana [VIH], virus de Epstein-Barr, tétanos, tuberculosis), endocarditis, hipersensibilidad al metal, asfixia por aspiración, fracturas del esmalte, traumatismo gingival, recesión periodontal, impedimento del habla y dificultad para tragar.

El uso de piercing orales forma parte, indudablemente, de un determinado concepto de la estética y de pertenencia a un grupo social. El dentista debe desalentar su uso explicando al adolescente los posibles efectos adversos que el piercing oral tiene, tanto a nivel local como sistémico. Teniendo en cuenta que el proceso de asimilación puede llevar tiempo, también deben proporcionarse las recomendaciones para el cuidado de los mismos, en lo referente a higiene, vigilancia de signos y su retirada en la práctica deportiva.

  • Tercer molar

Los terceros molares pueden presentar problemas agudos o crónicos en el adolescente. Entre los principales cabe señalar la impactación o mal posición que conduce a problemas, como pericoronaritis, caries, quistes o problema periodontal. La evaluación de estos problemas debe conducir a la toma de decisión con relación a su posible extracción. Por ello, la evaluación de los terceros molares, incluyendo la ayuda del diagnóstico radiográfico, debe ser una parte integral del examen dental del adolescente. Una vez determinado el diagnóstico, el dentista debe sopesar si se siente o no capacitado para su resolución quirúrgica o si es más apropiado referir al paciente a otro profesional para su debido tratamiento.

comida-rapida-en-la-adolescencia

  • Trastornos de la conducta alimentaria

La anorexia nerviosa y la bulimia son trastornos de la alimentación que suelen iniciarse en el periodo de la adolescencia. Ambas tienen repercusiones orales, amén de las sistémicas. En ocasiones, el dentista es una ayuda auxiliar muy importante para su diagnóstico precoz debido a las alteraciones dentales que ambas producen. Entre los signos más habituales deben buscarse posibles erosiones importantes, sobre todo en las caras internas de los incisivos superiores, debidas a los vómitos reiterativos.

Muchos de los pacientes presentan sequedad bucal, gingivitis y un afán obsesivo por cepillarse los dientes con una frecuencia muy superior a lo habitual (hasta 10- 15 veces al día) para eliminar el olor a vómito. El dentista, en caso de sospecha, deberá prudentemente indagar otros signos y síntomas compatibles con estos trastornos de la alimentación para brindar al paciente y a la familia el máximo apoyo posible, así como aconsejar su derivación a un profesional especializado.

Los últimos datos disponibles en nuestro país indican que en torno al 5% de los adolescentes presenta este tipo de trastorno de la alimentación, siendo mucho más frecuente en el género femenino.

  • La transición hacia la edad adulta

Uno de los problemas del adolescente es su mayor grado de independencia en todos los aspectos, incluyendo una mayor autonomía a la hora de demandar cuidados dentales. Se trata, por lo tanto, de una etapa compleja que requiere de paciencia y conocimientos básicos de la psicología del adolescente. Muchos jóvenes descuidan temporalmente su higiene en general, y la bucodental en particular. A ello, se le suman unos importantes cambios hormonales que pueden tener repercusión en su estado gingivoperiodontal. A medida que se acercan los adolescentes a su mayoría de edad, es importante seguir educándoles sobre el valor que tiene una óptima salud oral. En algunos adolescentes, acostumbrados a ser tratados por un determinado profesional durante su infancia, el cambio a otro profesional por haber alcanzado una edad puede suponer problemas iniciales adaptativos que deben ser gestionados con habilidad por parte del dentista.

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